viernes, 27 de enero de 2012

II. La Prueba



Capítulo 2. La Prueba


El sol abrasador caía en plomo sobre el gran edificio de El Círculo, provocando en ella reflejos cegadores y ondulaciones de calor. La cabeza de la Estatua de la Libertad, que era lo único que quedó durante estos años, habían levantado una gran plataforma en donde el presidente de Gran Nueva York y su consejero estaban frente a las cámaras. El primer plano obtenido por las cámaras fue el enfoque de la gran plataforma, situada a setenta metros del suelo, ya que debajo de ésta yacía La Prueba. Un gran laberinto se alzaba bajo la plataforma, en donde se podía observar diez caminos a lo lejos, uno para cada Sector y sus participantes. Después de enfocar el terreno, dio un primer plano del presidente, que lucía un extravagante chaqueta brillante con una peculiar corbata roja.

- ¡Bienvenidos Gran Nueva York a una edición más de La Prueba!, esta vez, jóvenes de dieciocho años están apunto de dar su gran entrada, recorrer el fantástico laberinto de mis pies y alcanzar la meta para darles un gran premio. Una nueva vida en un nuevo Sector - el presidente alzó ambas manos y el aplauso de los seguidores de la zona se escuchó en forma de eco - Cada Sector tomará uno de los diez caminos del laberinto, y una vez que se adentren, mi consejero determinará los movimientos de cada joven y decidiremos en que Sector vivirán a partir de ahora - explicó - Y ahora, sin haceros más esperar, ¡demos un fuerte aplauso a nuestras jóvenes promesas! -

El Círculo se inundó de aplausos nada más llegar el tren. Todas las puertas se abrieron, y una muchedumbre de jóvenes asustados descendieron. La mayoría iban armados, pero otros solo sostenían sus mochilas. Katherine bajó a la par que sus compañeros, sosteniendo con delicadeza el puñal de plata de su padre. La joven alzó la vista al cielo y notó el calor que caía sobre ellos, aunque se compensaba con la gran sombra que otorgaba la gran plataforma donde estaba el presidente junto a su consejero. Después miró a su alrededor. Más de cincuenta jóvenes se estaban preparando, pero algo le llamó la atención. Aquella niña llamada Annabeth que le entregó la carta, estaba hablando con una chica de cabello rojo, que estaba apoyada no muy cerca del andén y contemplando con deseo a cada chico y chica de cada Sector. Su mirada se centró en Katherine. Ella se mantuvo firme y la miró fijamente a los ojos, y acto seguido sonrió, como dándola buena suerte.

- ¿Esa es Katherine Gellert, del Sector 10? - 

- Si, yo misma le entregué la carta - le dijo Annabeth - ¿Acaso te interesa, Eleanor? -

- Tal vez - y dicho esto, la joven pelirroja se dio media vuelta - Vamos - 

Katherine vio como la pelirroja y Annabeth desaparecían entre la muchedumbre de los grandes aristócratas de la zona, entonces fue cuando un cañonazo se escuchó, y la mente de Katherine se quedó en blanco. Era la señal. El cielo se cubrió de un manto de estrellas, o más bien de cohetes celestiales dando el comienzo de La Prueba. Sin esperar una milésima de segundos, se amarró la mochila y corrió lo más rápido que podía hacia el gran arco de piedra que llevaba a uno de los caminos del laberinto. Frente a ella, los once participantes se habían adelantado a ella, y tomado uno de los aerodeslizadores que facilitaban el recorrido. Katherine aguardó en el arco, conteniendo la respiración, y tras diez segundos inmóvil, se introdujo en el interior del laberinto con el puñal en la mano. 

- «Solo hay tres plazas Katherine. Solo hay tres...» - se repetía así misma -

Cuanto más avanzaba Katherine por el laberinto, más se podía apreciar aquel empalagoso y repugnante olor a sangre. Los matorrales del laberinto comenzaban a tener un tono rojizo, haciendo que sus hojas verdes desaparecieran. Katherine paró un momento. Se empotró contra los matorrales y caminó con sigilo al ver un hilo de sangre correr por una de las esquinas. Se escuchaba un suave silbido, como si estuviesen afilando un arma. Katherine amarró el puñal con fuerza, y al llegar a la esquina, ladeó la cabeza. Contempló una escena que le hizo encoger su corazón. Joselian McGrers, la chica nombrada en televisión a la par de Katherine, estaba tendida en el suelo. Sobre ella, la muchacha que vio antes de subir al tren estaba sobre Joselian, clavando sin descanso un puñal parecido al de Katherine sobre el abdomen de la chica. La asesina, al notar el reflejo del arma de Katherine, clavó sus ojos en ella y se relamió los labios.

- Ka... Katherine... - sonrió, mientras seguía asestando apuñaladas a la muchacha -

- No.... - Katherine comenzó a retroceder poco a poco - 

Sabía su nombre. La joven paró de asestar apuñaladas y se levantó del suelo con cuidado. Su puñal goteaba sangre, dejando un rastro claro en el suelo. Poco a poco caminaba hacia ella con una sonrisa malévola. Iba a por ella.

- Solo tres plazas - musitó la chica - Tengo que hacerlo Katherine, tengo que hacerlo -

- Te ha cegado la ambición... - mascullo Katherine - 

- ¡Solo quedan tres plazas, y serán solo mías, mías, mías! -

Echó a correr hacia ella con el puñal en alto. Katherine retomó el camino por donde vino y echó a correr lo más rápido que podía, pero su perseguidora no se cansaba.

- ¡No te escaparás Katherine, no lo lograrás, JAJAJAJAJAJA! -

- ¡Déjame...! -

De repente, sin esperarlo ninguna de las dos, una mano emergió de entre los matorrales y agarró con fuerza el brazo de Katherine. Ella ladeó la cabeza, y vio detrás del matorral a un joven de su edad cogiéndola. Su fuerza era el doble que la de ella, y su cuerpo se empotró contra los matorrales, haciendo que su cuerpo lo traspasara y acabara en otro camino diferente. 

- ¡Suéltame! - gritó ella, dejando caer la hoja del puñal sobre su pecho - 

- ¡Ey tranquila! - exclamo el muchacho - Te he salvado la vida, no te pongas así mujer -

- ¡Pero intentas matarme como esa loca! ¡Aléjate! -

- ¡No soy de tu Sector!, ¡Estás en el camino para los participantes del Sector 4! -

- ¿Qué? - 

Katherine bajó su mirada a sus pies y vio un gran cuatro dibujado en el suelo. Decía la verdad. La sacó de su camino y la llevó al otro, donde los del Sector 4 se disputaban por una plaza.

- ¡¡KATHERINE!! - 

El cuerpo de aquella chica atravesó también los matorrales, y el muchacho que la salvó deslizó sobre sus manos una extensa lanza.

- Me encargaré de ella. Aprovecha a volver a tu camino y llegar a la meta -

- Pero... - 

- ¡Vete! -

El muchacho del Sector 4 saltó sobre la muchacha a la par, y ambos comenzaron a disputar una cruel lucha para matar al otro. Katherine tuvo que aprovechar ese momento y atravesó con dificultad los matorrales, hasta llegar a su camino. El Sector 10. Se podía escuchar los gritos de ambos, pero Katherine continuó hacia delante, donde el cuerpo de aquella chica yacía muerta. El hilo de sangre aún se apreciaba, y tuvo que aguantar la respiración cuando torció la esquina. El cuerpo estaba mutilado, casi destrozado, como si una jauría de lobos la hubieran atacado. Katherine siguió hacia delante, y por suerte de ella vio un artefacto empotrado sobre los matorrales atascado. Era un aerodeslizador. Lo más posible de aquella chica que mató a Joselian. Katherine lo sacó de entre los matorrales, y con algo de dificultad se subió. Posó sus manos sobre el mando de control y lo prendió. Poco a poco se elevó del suelo, como cinco centímetros, y de repente comenzó a moverse.


En el Sector 10, en plena plaza principal, la gran pantalla de televisión retransmitía La Prueba, pero sin mostrar aquellas desgarradoras imágenes que Katherine pudo ver. La familia Gellert estaba en primera fila, donde ambas pareja rezaban por su hija. Habían dado un primer plano de Katherine cuando se quedó inmóvil frente al arco, y después enfocaron a otros jóvenes.

- ¿Crees que irá todo bien? - pregunto la señora Gellert, quien sostenía en sus brazos a Eric - 

- Le advertimos... - le susurró su marido - Habrá seguido tu consejo... -

- Cariño... ¿y si...? -

- Katherine volverá - repitió Eric - Ya veréis que volverá... -

- Oh, Eric... - su madre le abrazó - 

- ¡Ya estamos de vuelta!

La imagen del presidente se plasmó en la televisión y todos alzaron la mirada.

- ¡Ya tenemos a los primeros participantes del Sector 2, 4 y 10! -

- Katherine... - murmuro el señor Gellert, agarrando la mano de su esposa - Por favor... -

Aparecieron diez jóvenes del Sector 2. A algunos se les apreciaba las manchas de sangre en la ropa, pero era algo que nadie se fijaba, sino en la papeleta que sostenía el presidente. Cuatro de los del Sector 2 fueron seleccionados a vivir al Sector 10, y el resto del Sector 2 acabó en el Sector 1. La plaza se inundó de aplausos.

- ¡Mañana a la mañana los participantes tomarán el tren de vuelta a sus nuevos hogares, ahora pasemos a los del Sector 4! -

La cámara únicamente enfocó a un chico que sostenía una lanza con la punta rota. Era ese chico. El chico quien ayudó a Katherine.

- Thomas Hedder, por su valentía y coraje, el Sector 6 será su nuevo hogar. ¡Bienvenido! -

Por último enfocó unas botas rotas. Era del Sector 10 por las manchas de tierra en la suela.

- Por desgracia, en el Sector 10, solo un participante ha pasado... - dijo el presidente algo melancólico - ¡Katherine Gellert! -

Todo el Sector 10 guardó silencio, y el grito de Eric de felicidad era lo único que se escuchaba.

- Siendo la única, porque el resto... digamos que no superaron La Prueba, Katherine Gellert pasará directamente... ¡Al Sector 6 junto a Thomas Hedder! -

Katherine sonrió vagamente y le estrechó la mano a Thomas, ya que ambos fueron destinados al mismo Sector. El Sector 6, donde cualquier habitante desearía vivir.

- ¡Y ahora nuestros ganadores de La Prueba pasarán la noche en El Círculo antes de partir a su nuevo hogar!

El presidente desapareció de la pantalla y pasó a los anuncios. Todo el Sector 10 felicitó con gratitud a la familia Gellert, aunque algunos lloraban por la pérdida de sus hijos.

- ¿Mamá, por qué lloran? -

- Sus hijos.. no han superado La Prueba -

- ¿Y eso es malo? - 

- Bueno... no salen en la televisión - le mintió - Si no superan La Prueba, no son famosos -

- ¡Ala! - Eric puso morritos - Ya verás que yo saldré en la televisión ¡Jejejeje! -

- Eso espero hijo.... - 



2 comentarios:

  1. Interesante. Esperaré el próximo.
    Un beso

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  2. ¡Guau! Me he enganchado totalmente, cada vez está mejor (:

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