miércoles, 25 de enero de 2012

I. Último día


Capítulo 1. Último día 


Era el día. El Sector 10 estaba a rebosar de vida. La Estación fue invadida de cámaras y periodistas de Gran Nueva York, con la esperanza de filmar un buen reportaje de la marcha de los jóvenes ''afortunados'' que se encaminarían hoy mismo a La Prueba. Los grandes focos que cubrían la Estación se veían desde el dormitorio de Katherine, la cuál estaba plantada frente a la ventana mientras que su madre tomaba con delicadeza la ropa de su hija. La pequeña mochila de cuero que llevaría, se llenó enseguida de camisetas, dos únicos pantalones, un trozo de pan y una foto de su familia. El señor Gellert, que partió a las ocho de la mañana a trabajar, le dejó un regalo a su hija sobre la cama. Era un puñal de plata, una herramienta que su padre jamás se separaba de ella, y Katherine no comprendía por qué se lo entregaba.

- Cariño, deberías ir con Eric... está en su cuarto, no quiere salir para nada... -

- Es normal. Su hermana se va de casa para siempre - dijo volteando su mirada hacia ella - Deberías tomar ejemplo de Eric y dejarme sola -

- Katherine... - 

- No puedo soportar ver tus ojos hundidos por mi culpa madre... - le explicó - 

La señora Gellert no tardó ni un minuto en ir hacia su hija y abofetearla. Ella se dejó, más bien porque se lo merecía. Desde ayer que salió de casa sin decir nada, y de sus comentarios con indirecta, su madre estaba sufriendo por dentro, aunque por fuera mantenía más o menos la compostura. De repente, la puerta del dormitorio se abrió poco a poco, y vieron como unos pequeños pies descalzos entraba en el dormitorio. Eric tenía la cara empapada de lágrimas, y su cabello revuelto. Caminó sin mirar a Katherine por el cuarto y depositó a la vera de la mochila una hoja. Más bien un dibujo.

- Sé que volverás, aunque papá y mamá no tienen esa esperanza - comentó Eric - Volverás con nosotros... - 

Katherine no le dijo nada, y dejó marchar a Eric hacia su dormitorio.

- Está destrozado... - 

- Katherine - su madre la tomó de las manos - Ahora debes centrarte en La Prueba cariño. Es lo que determinará en que Sector irás a vivir... -

- Mamá, es una simple carrera contrarreloj - le dijo - Todos los años lo trasmiten por la televisión -

- Te equivocas - su voz seria se manifestó - No es una carrera de llegar a la meta como se ve a simple vista - le explicó, a la vez que tomaba el puñal que le regaló su padre - ¿Sabes por qué tu padre no se separó de este puñal? -

- No... jamás me he preguntado eso la verdad... -

- Gracias a este puñal, tu padre superó La Prueba - y lo dejó caer al suelo, clavándose limpiamente en el suelo - 

- ¿Qué quieres decir? - Katherine comenzó a ponerse nerviosa - 

La señora Gellert se acercó a su hija y posó sus labios en su oído para susurrarle.

- No es una simple carrera. Hay un límite de plazas hija... y si no se consigue una plaza, no regresas a tu hogar, ni siquiera te destinan a un nuevo Sector... -

- Límites de plaza... - Katherine se paralizó - Quieres decir que la mitad de los jóvenes de dieciocho vivirán en un lugar diferente... y los otros que no lo consigan... -

- Los que no lo consiguen... desaparecen - añadió - Todos los padres que ven a sus hijos marchar les hereda un arma o una herramienta para defenderse... incluso hay algunos que se dedican dieciocho años entrenando... -

- Eso no aparece en la televisión... -

- Lo censuran - sonrió la señora Gellert - Así que ya sabes hija, lucha con uñas y dientes -

- Mamá... -


La señora Gellert abandonó el cuarto después de cerrar la mochila. Katherine se sentó en la cama y cogió el puñal del suelo. Lo puso ante ella y pudo ver su reflejo en la hoja. Ahora le tocaba ella asimilar un gran papel en La Prueba. Para ganar y vivir en un nuevo Sector debería luchar, si no se lucha pierdes, y los perdedores desaparecen. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo con solo imaginarse sus manos empapadas de sangre, y más pensar que su pequeño hermano Eric deberá correr la misma suerte dentro de unos años, pero no era momento para derrumbarse. Katherine se levantó de un salto de la cama y tomó con energía el asa de su mochila. Era la hora. Hora de marcharse de su hogar y vivir una nueva vida.




Todo el Sector 10 estaba a rebosar de ciudadanos, la mayoría padres y familias acompañando a sus hijos a la Estación. El gran tren ya esperaba a los jóvenes del Sector 10, y en la misma puerta del vagón donde un gran número 10 estaba dibujado, el reportero Maximion Huck estaba hablando con una joven muchacha del Sector 10 que iba a embarcar al tren. Su aspecto era fuerte, quizás más fuerte que el mismo Maximion, algo que atemorizo por un instante a Katherine, pensando que tendría que competir contra ella para una plaza en una nueva vida.


- ¡Y por ahí llega la última en embarcar, la señorita Gellert! - 


Todos los focos enfocaron a Katherine que estaba medio confusa de tanta luz. Caminó arrastrando los pies, y Maximion la agarró del brazo y se la acercó a su vera, frente a una de las cámaras.


- ¡Katherine Gellert, eres realmente hermosa pequeña! ¿Ganas de marcharte? -


- Nada en absoluto - mascullo, achuchando a Maximion a un lado - Si me dejas, tengo un tren que coger -


Pero antes de irse, Maximion la tomó de nuevo del brazo y se acercó a ella fuera de cámara.


- Tus días de princesa van acabar pronto señorita Gellert. No consentimos la rebeldía -


Katherine se indignó en mirarlo y de otro empujón se apartó de él y subió al vagón sin mirar atrás. La puerta se cerró enseguida a sus espaldas, y se apresuró por el pasillo. Un inmenso, estrecho y largo pasillo de un tono blanco. Las puertas de los compartimentos estaban numerados del cien al doscientos, pero solo las once primeras estaban ocupadas por los demás. Katherine caminó, echando un reojo por el rabillo del ojo a los compartimentos. Vio a muchas caras conocidas, incluso alguna del instituto. La mayoría poseían una herramienta. Desde un cuchillo, a una lanza, pero había algunos que no llevaban armas para defenderse, quizás desconocían el detalle que ella y otros conocían. Tras revisar cada compartimento, Katherine entró en el número doce. Era acogedor. Un sofá, acompañado de dos cojines negros y una mesa, en donde había un simple plano de toda Gran Nueva York. Katherine soltó la mochila y clavó sus ojos en el mapa. 


- Gran Nueva York... - mascullo - ¿Cuantos secretos oculta? -


Gran Nueva York era un gran territorio circular, donde las vías del tren recorre cada rincón. Se apreciaba los Diez Sectores, situados alrededor del centro, donde la cabeza de La Estatua de la Libertad se alzaba en el centro del círculo, y en donde el Presidente controlaba cada Sector con su poder de gobernante. Aquel lugar era conocido como El Círculo. El Sector 6 era el único Sector que estaba muy cerca de El Círculo, y todos los que vivían allí, vivían en buenas condiciones sin trabajar a duras penas. Es el territorio donde todos desearían vivir.


- Oculta muchos secretos Gran Nueva York... - irrumpió una voz en el compartimento -


Katherine se ladeó de inmediato y vio a una chica más joven que ella, y que llevaba una pesada bandolera colgando de su hombro. 


- ¿Eres Katherine Gellert? - preguntó -


- Si, ¿quién eres? -


- Soy Annabeth Thomson, mensajera del Sector 6. Tengo un mensaje para usted -


- ¿Para mi? -


La joven Annabeth le entregó un pequeño sobre y abandonó el compartimento. Debía repartir la misma carta al resto de pasajeros. Katherine la abrió. Era un sobre dorado, y proveniente de El Círculo.


Estimada Katherine Gellert: 

Dentro de unas horas llegaréis a El Círculo, donde La Prueba se llevará a cabo. Me cuesta informarla de que los del Sector 10 solo se les concederá tres únicas plazas. Por tanto, solo tres de vuestro Sector podrá vivir en una nueva vida. Los tres que ocupen la plaza, pasaran a un pequeño sorteo, y yo, presidente de Gran Nueva York, os indicará vuestro nuevo Sector y ocupación.

Atentamente.  J.P 


- Tres únicas plazas para doce personas... - mascullo -

El tren comenzó a moverse poco a poco, y en cuestión de segundos abandonó la estación del Sector 10.






2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho más, esta mejor redactado y tiene más misterio. Espero ver pronto el próximo.
    Un beso.

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  2. La verdad me ha encantado lo que he leido hasta ahora, se podria decir que estoy pillada con la historia! espero que la continues rapido! =)

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